sábado, 13 de julio de 2013


                                  AMA DE CASA

Hoy es uno de esos días en los que ella replantea su vida. La empleada estuvo enferma toda la semana, la esperó con ilusión pero ya no tuvo más remedio que arremangarse y apechugar, según su propio decir.
Comienza por la cocina, en la pileta llena de cosas ya no entraba ni un vaso, resignada prende la radio, ignora a su marido que lee el diario allí y que, resoplando, se va al comedor.
Después de lavar vasos, platos y cubiertos, llega a las ollas y nota que le falta el polvo limpiador, va a buscarlo al cuarto de la limpieza, pero al salir ve que hay que cambiar las piedritas de los gatos, deja el limpiador y se dirige al lavadero a buscar una bolsa de piedras, ya la tiene en la mano cuando mirando en el patio la inmensa cantidad de hojas acumuladas, piensa que pueden tapar la rejilla, ya que amenaza lluvia, deja las piedras y sale a barrer, al terminar contempla los pequeños brotes de sus rosales en los que asoman ya algunas hojitas y unos porotos que ya habían brotado y que era necesario separar y trasplantar, de modo que se dirige al jardín de adelante a buscar algo de tierra para hacer eso; cuando llega, el gato callejero que se instaló allí, le pide enérgicamente comida, vuelve a entrar para buscarla; mientras le da, ve que los trapos de su cajón se han mojado, los quita para llevar al lavadero, al ponerlos en un balde con agua jabonosa recuerda que tiene un montón de ropa para lavar, pero la tapa del lavarropas estaba tan sucia que de nuevo va en busca del polvo limpiador, y allí encuentra las piedritas que aún no limpió, de modo que vuelve al lavadero a buscar la bolsa, en eso está cuando su marido, que, intrigado la ha estado observando, la detiene cuando pasa con las piedras en una mano y el polvo en la otra (esta vez no lo soltó para no olvidarlo) y le grita enfurecido
¿pero vos te das cuenta lo dispersa que sos y porqué siempre te digo que no te podés concentrar en una sola cosa?
Ella duda entre tirarle con la bolsa o con el polvo limpiador, lo mira como para fulminarlo, da media vuelta y se dirige a continuar con lo que estaba haciendo mientras piensa:
Nada ni nadie me va a distraer de lo que me propuse hacer en este día”.

                

4 comentarios:

  1. Edith, bienvenida al mundo de los escritores sin papel. Le veo pasta a esta ama de casa, estaría bueno que la siguieras. Felicitaciones.

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  2. Jaja... Radiografía de un día de mi vida... salvo que no tengo gato, que mi marido seguiría absorto leyendo, totalmente ajeno a todo, y que soy muy propensa a "dejarme distraer" jajjja. (Cualquier día es mejor que "cualquier hoy" para limpiar).

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  3. Edith,¡qué buenísimo! Sí, de acuerdo con Luis Gerbaldo, estaría bueno que la siguieras. Felicitaciones por este cuento. Incluso hubiera admitido una extensión algo más larga.

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  4. Querida Luisa, en general me cuesta escribir cuentos más largos, pero además en este caso como ya lo armé así, y estoy conforme con el final que tiene, no me siento capaz de revisarlo para hacerlo más largo.

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