AMA DE CASA
Hoy es uno
de esos días en los que ella replantea su vida. La empleada estuvo
enferma toda la semana, la esperó con ilusión pero ya no tuvo
más remedio que arremangarse y apechugar, según su propio decir.
Comienza por
la cocina, en la pileta llena de cosas ya no entraba ni un vaso,
resignada prende la radio, ignora a su marido que lee el diario allí
y que, resoplando, se va al comedor.
Después de
lavar vasos, platos y cubiertos, llega a las ollas y
nota que le falta el polvo limpiador, va
a buscarlo al cuarto de la limpieza, pero al salir ve
que hay que cambiar las piedritas de los
gatos, deja el limpiador y se dirige al lavadero a buscar una bolsa
de piedras, ya la tiene en la mano cuando mirando en el patio la
inmensa cantidad de hojas acumuladas, piensa que pueden tapar la
rejilla, ya que amenaza lluvia, deja las piedras y sale a barrer, al
terminar contempla
los pequeños brotes de sus rosales en los que asoman ya algunas
hojitas y unos porotos que ya habían brotado y que era necesario
separar y trasplantar, de modo que se dirige al jardín de adelante
a buscar algo de tierra para hacer eso; cuando llega, el gato
callejero que se instaló allí, le pide enérgicamente comida,
vuelve a entrar para buscarla; mientras le da,
ve que los trapos de su cajón se han
mojado, los quita para llevar al lavadero, al ponerlos en un balde
con agua jabonosa recuerda que tiene un montón de ropa para lavar,
pero la tapa del lavarropas estaba tan sucia que de nuevo va en busca
del polvo limpiador, y allí encuentra las piedritas que aún no
limpió, de modo que vuelve al lavadero a buscar la bolsa, en eso
está cuando su marido, que, intrigado la ha estado observando, la
detiene cuando pasa con las piedras en una mano y el polvo en la
otra (esta vez no lo soltó para no olvidarlo) y le grita enfurecido
–¿pero
vos te das cuenta lo dispersa que sos y porqué siempre te digo que
no te podés concentrar en una sola cosa?
Ella duda
entre tirarle con la bolsa o con el polvo limpiador, lo mira como
para fulminarlo, da media vuelta y se dirige a continuar con lo que
estaba haciendo mientras piensa:
“Nada ni
nadie me va a distraer de lo que me propuse hacer en este día”.