CONFESIÓN
A esa hora en la que en mi barrio todo se torna manso. Cuando la naturaleza instala el toque de queda, los pájaros se recogen en sus nidos y ya no queda ningún niño jugando en la calle, a esa hora perfecta es nuestro encuentro.
Soy amante del silencio y de la soledad.
Apocalíptico el título. Refrendado por la descripción del suceso aterrador. Es inimaginable que el Cielo, tal como lo describen las Religiones, se desplome sobre una playa. A menos que sea una alegoría acerca de algo que no capto o que “Cielo” sea el nombre de un avión, o quizás todo sea el sueño de una persona.
ResponderEliminarBien creado el entorno de la tragedia, impacta al lector. Me gustó
Jorge Carmi
Muy bien llevada esa ira de Dios; más que al pie de la letra, al pie del paisaje playero.
ResponderEliminarMe gustó, Edith.
Cariños,
Mariángeles
Tremendo.
ResponderEliminarEstá bien. Menudo susto.
Hola. Descubrí tu blog y me encuentro con este fantástico microcuento. Me encantó no sólo la trama sino la forma de expresarlo. Título que indica el tema. Tema que cuenta con los tres elementos básicos del cuento: inicio, conflicto, desenlace. Y ese final sorprendente que es pilar en toda microficción. Realmente hermosísimo. Felicitaciones. Rodolfo Lobo Molas, Catamarca.
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